Todos nos hemos preguntado alguna vez por qué mi gato no se deja tocar. Esto es algo muy común en ellos. Pero no te preocupes…
¡Nosotros queremos que conozcas los motivos y las soluciones!
Son muy independientes
Los gatos tienen un lenguaje corporal muy distinto a los perros. Son más solitarios y no necesitan tanto de nuestro afecto.
La mayoría de los gatos no son sociables. Son animales muy inseguros y además no confían en nadie. La diferencia con los perros es que no perciben a sus dueños como un entorno seguro y siempre están alerta.
Yo también me estuve preguntando por qué mi gato no se deja tocar. Pero no debes asustarte, es más normal de lo que piensas.
El momento equivocado
Si crees que puedes tocar a tu gato cuándo te apetezca estás muy equivocado. Los gatos son quienes deciden cuándo, dónde y cómo se dejan tocar. Por ello, debes evitar acariciarlo en las situaciones siguientes:
- Situaciones de estrés o tensión
- Cuándo se están alimentando
- Cuándo hay nuevos visitantes en tu hogar
- Después de una visita al veterinario o a un lugar desconocido
- En medio de un conflicto
¿Dónde puedo tocar a mi gato?
Al preguntarnos por qué mi gato no se deja tocar, también nos surge otra pregunta. ¿Dónde si puedo tocarlo?
Existen diferentes zonas dónde podemos acariciar a nuestro gato sin problemas. No tocarlo es una prohibición que no solemos aceptar, pero la realidad es que no sólo depende de nosotros.
Zonas permitidas:
- El cuello
- Detrás de las orejas
- Mandíbula, y parte de la nuca
- La parte posterior del lomo
¿Dónde no puedo tocarlo?
Los gatos son muy diferentes entre sí, y muchos tienen un carácter muy marcado. Existen diferentes zonas dónde es muy probable que no se dejen tocar. Un ejemplo claro son la barriga y la cola. Debes tener esto en cuenta para tener una buena relación con tu felino.
¿Por qué mi gato se dejaba tocar y ahora ha cambiado su comportamiento?
En las ocasiones en las que nuestro felino se dejaba acariciar y de repente cambia su carácter, es posible que haya aparecido una situación excepcional.
Nuestro gato puede estar sufriendo algún tipo de dolor. Puede haber diferentes motivos. Algún ejemplo podría ser hay heridas que se esconden debajo el pelaje, artrosis, e incluso algún golpe.
En este caso, te recomendamos que lo lleves al veterinario, para conocer las causas de su dolor.
En definitiva, para poder conseguir una buena relación con tu minino tienes que ganarte su confianza ¡Y a veces no es nada fácil!